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Baker McKenzie asesoró a Engie en el cierre de la primera etapa del financiamiento para el Gasoducto Mayakan, por $2,500 millones de dólares de deuda senior y $300 millones de dólares de línea para IVA, en un proyecto estratégico para el actual panorama energético nacional, clave en el desarrollo de la península de Yucatán.

Con el cierre de este financiamiento, Baker McKenzie se consolida como el asesor estratégico en el sector de energía e infraestructura, al haber participado en dos de los proyectos más relevantes en la actual administración, como esta ampliación de 690 kilómetros al gasoducto existente que corre desde Cd. Pemex, Tabasco, hasta Valladolid, Yucatán, y la compra de 13 plantas por parte del gobierno mexicano a la empresa española Iberdrola.

El objetivo del proyecto Mayakan es garantizar el abasto de gas natural para la producción de energía eléctrica en la península de Yucatán, por parte de la CFE, y permitirá duplicar la capacidad de transporte de este activo estratégico, al pasar de 250 a 567 millones de pies cúbicos diarios; además de mejorar la interconexión con ductos existentes, como el proyecto Puerta del Sureste, que provee gas natural por vía marina desde Brownsville, Texas, hasta Tuxpan y Coatzacoalcos, en Veracruz; y Paraíso, Tabasco, el cual se interconectará con Mayakan en Cactus, Chiapas.

El equipo de Baker McKenzie que participó en la transacción fue encabezado por los socios Benjamín Torres Barrón y Daniel E. Sánchez y fue integrado por Federico Ruanova, Carlos Maass, Pedro Vázquez y Diana Navarrete.

Baker McKenzie se encuentra presente en operaciones de vanguardia en el sector de energía e infraestructura y sus equipos multidisciplinarios ayudan a productores, inversionistas y usuarios dentro de un entorno regulatorio cada vez más complejo.

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